La piksa italiana.

Hoy día 22 comienzo a no entender mi experimento de la “ley de los 21 días”. Creo que es muy precipitado ofrecer resultados, también creo que no soy de coger costumbres. Habrá que esperar…

Hoy tengo que hablar de la pizza italiana. Es una obligación. Si estás en Italia, comes pizza.



He de reconocer que está muy buena y que no es comparable con el famoso “Telepizza” o “Domino’s”. Aquí se juega en otra liga.

La pizza se pide por persona. Sí, por persona. Y el tamaño normal equivale a la mediana del Telepizza (más grande que la de Casa Tarradellas del super). Impresionante. ¿Conseguiré comerme una entera?

La masa de la pizza es extrafina. De hecho, se hace como un sándwich con ella para poder comérsela de la forma más limpia posible. Los ingredientes son tan variados que hay veces que te da pereza ponerte a leer todas las pizzas que hay en la carta. Se pide recomendación al camarero/acompañante o te lanzas a la primera que has leído que te gusta. Sin duda, la mejor recomendación fue queso brie y bacón. Un pecado que sólo se puede cometer una vez en un mes.

Si pensamos en un sinónimo de Italia, éste sería pizza. Una de las palabras más utilizadas. Lo que en España se dice como “piksa” o “piza” o “pisa”; aquí, se debe decir “pizza” con esa zeta italiana que me temo que no aprenderé. Con esto, es obvio mi nuevo reto: Aprender a decir la palabra pizza. 
Pizza salami, rúcola y verduras

Como anticipé Milán va a ser un lugar de experimentos y así lo voy a ir anotando en cada uno de mis posts:



No hay comentarios:

Publicar un comentario