17 horas sin beber y 21 horas sin comer

Ramadan continúa y se hace notar su presencia. Centros comerciales vacíos, gente irritada, mayor número de accidentes de coche, mucha oración, muchísimo calor, ineficiencia en los trabajos y noches activas.

Quería opinar de esa experiencia y para poder opinar lo tenía que vivir en primera persona asique, aprovechando que el jueves íbamos a un iftar (cena buffet típica de este mes), decidí hacer Ramadan

Tengo que reconocer que un pelín más duro del suyo por varios motivos:


1) no lo hago por motivos religiosos y no tengo ningún tipo de fe que me impulsa a continuar;
2) ellos se levantan a las 4 de la mañana para hincharse a comer y beber y yo decidí hacer mi cena normal y me levanté involuntariamente a los 2 y bebí un vaso de agua;

Debo decir que cada actualización está hecha en la hora y en el momento indicado para ser más realista y que leais mis sensaciones en el momento.

Miércoles 17 de Julio

22:00 (día antes de mi Ramadan): (RESTAURANTE HINDÚ) Ceno en un restaurante arroz y salsa de verduras.

00:00 (antes de acostarme): (CASA) Bebo agua como si no hubiera mañana.

Jueves 18 de Julio

2:00 am (antes de las 4:00 am, respeto el horario del Ramadan): (CASA) Bebo agua.

8:00 am: (CASA) suena el despertador. Mi boca seca como la suela de un zapato me pide a gritos: “Agua!, Agua!”. Respuesta: me lavo los dientes. No desayuno, no agua.

10:00 am: (TRABAJO) los cafés de los demás me son apetecibles. Puedo soportar la sed y, por el momento, no hay hambre.

13:00 pm: (TRABAJO) Tengo sed. La garganta está seca, muy seca. El aire acondicionado no favorece. El hambre no la noto en comparación con la sed que siento. Seis horas más. Me noto aún con fuerzas aunque no al 100%.

15:30 pm: (TRABAJO) Aunque debería haber salido a las 15 sigo en el trabajo. Cogería un vaso y bebería. Me viene innato el gesto y el acto. Es cuestión de relajación y pensar en que faltan horas para un gran buffet. Nivel de concentración: 70%

16:30 pm: (CASA) El viaje en coche ha sido horrible. Conducir con  una temperatura de 45 grados, sin comer desde hace 17 horas y sin beber desde hace 14 horas, no es lo más recomendable. El nivel de concentración ha sido del: 30 %. Debía conducir despacio para no dejarme llevar por las ganas de beber una gota. Estado de ánimo: bajo. En casa me encuentro además con poco apoyo: para que haces eso? Estás loca? Bebe agua! Y jueguecitos varios de vasos de agua… Me quedan 2 horas y media. No siento hambre, sólo ganas de beber.

18:00 pm: (CASA) El aire acondicionado no funciona, sudo. Intento ver una película, tengo sed. Me ducho y noto la tentación sobre la piel, resisto. Tengo sed y mi nivel de atención es del 10%?. Me encuentro cansada y sedienta, del hambre no me acuerdo. Sólo sé que tengo sed y ganas de beber. Me queda una hora para el banquete. Sigo actualizando.

18:45 pm: (COCHE) No conduzco aunque pienso que no podría hacerlo correctamente. Siento mucha necesidad de beber además con una botella de agua en la mano preparada para las siete. Cuento los minutos.

Empiezo a contar los segundos... 3,2,1.

19:00 pm: Entró en un baño para beber el agua potable que traía de casa. Bebo como si no hubiera fin. Sigo bebiendo. Poca hambre pero el buffet nos espera. Un buffet libanes con libanes.

 De esta historia he sacado la conclusión que en un lugar desértico con 50 grados y una humedad alta se puede no comer. La locura de no beber nos puede llegar a la doble visión en el desierto que en tantas películas hemos visto.

En mi próximo post os cuento la experiencia de los Sohour/Iftar. 

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