Matando el tiempo con galletas.

Leer la prensa y que te digan que durante 2012 se destruían 2.000 puestos de trabajo al día (Noticia de El País). No sé si llorar ya es un consuelo. Quizá ya no hay consuelo para España.



Lo primero, primerísimo es explicar mi tardanza. Hacer maletas, mudanzas, reencuentros y despedidas han sido mis tareas desde que deje Italia a finales de Septiembre. Ahora la vida me ha traído a Dubai, ciudad en la que llevo asentada desde hace unas seis semanas.

Con la más absoluta sinceridad os reconozco que no estaba entre mis planes venir aquí. Me veía en Latinoamérica disfrutando de mi trabajo y, por qué no, de frutas tropicales y mojitos. Pues no, el destino me tenía que traer a Dubai para ver otra realidad, conocer muchísimas culturas y sentirme una expatriada con turbante. 


Si de Italia, os conté más de una anécdota y diferencia con España, que os voy a decir de aquí. Desde que puse el pie derecho en la tierra emiratí no he parado de sorprenderme, de asombrarme y de guardar cosas en mi mochila de las experiencias. Espero escribir muchas de ellas en este mi blog y acercaros un poco este mundo que está a 7.600 kilómetros de nuestro país.


Y terminando como inicie, es que yo creo que los políticos matan el tiempo comiendo galletas. Son como una especie de monstruo de las galletas, se comen las galletas de la verdad, las del empleo, las de la solidaridad, las de los principios, las de la vergüenza y las de los sinvergüenza… 

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